FEREBRO considera que el informe de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo es parcial y sesgado

La Federación de Regantes participará en la creación de un lobby europeo sobre regadío

A raíz de la aprobación del Proyecto de Misión y de Recomendaciones de la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo, la Federación de Regantes de la cuenca del Ebro quiere resaltar que se trata de un informe no vinculante y sin mandato legal y que además adolece de graves defectos por no considerar a todas las partes interesadas en el procedimiento, algo que a juicio de FEREBRO invalida las recomendaciones realizadas.

Como ya hizo saber por escrito a la citada Comisión de Peticiones, es un informe que responde a una visión parcial y sesgada de la problemática del agua de la cuenca del Ebro.  En concreto, FEREBRO solicitó ser escuchada durante la visita que realizaron los europarlamentarios durante el mes de febrero al Delta del Ebro y mantuvo una reunión con miembros de la Comisión de Peticiones durante el mes de mayo en Bruselas. En ambas se transmito la opinión de los usuarios del agua sobre los planes hidrológicos, la cual no ha sido recogida en el informe redactado. Es por ello que FEREBRO ha presentado un escrito a la Comisión de Peticiones, solicitando que se le considere parte interesada y que dicho informe se complete con las peticiones y propuestas presentadas-

Del informe emitido resulta especialmente reseñable que una Comisión del Parlamento Europeo de validez, alejándose de la ecuanimidad necesaria para el buen gobierno institucional, una petición, en concreto la  0938/2012 que aborda el proyecto de plan hidrológico de cuenca del Ebro, que fue presentada cuando dicho plan estaba en periodo de información pública y consulta por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro y por tanto el Estado Español. Con el informe emitido y la aceptación de esta petición la Comisión pretende invalidar el propio funcionamiento del proceso de participación pública en España.

Por todo ello y conscientes de las dificultades para que las instituciones europeas comprendan la importancia y necesidad del regadío, FEREBRO adoptó recientemente la decisión de participar, junto con la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (FENACORE) en la creación de un lobby europeo, que junto con el regadío de otros países, defienda ante las instituciones europeas el papel del regadío en la producción agrícola comunitaria y sus peculiaridades.

Este lobby deberá dar respuesta y defender los intereses del regadío, para evitar que esta visión sesgada y parcial de la realidad se imponga, sin respetar a todos los actores y agentes que operan en torno al agua y sobre todo sin tener en cuenta todo el conjunto de acuerdos y pactos en torno al agua que con tanto esfuerzo ha construido la sociedad española.

Es indudable que el PHC del Ebro ha de evolucionar, como ya lo ha hecho a lo largo de la historia adecuándose progresivamente a la realidad cambiante de la sociedad del Ebro y sus intereses, pero estos cambios han de llevase a cabo con rigor institucional, a través de los cauces establecidos y respetando los legítimos intereses de todas las partes.

Pero, las instituciones deben velar por el respeto a la proporcionalidad en la aplicación distintas políticas, ya que no cabe centrar la visión únicamente en un río como el Ebro y exigir unos niveles de aplicación de la DMA muy exigentes, si del mismo modo no se exige para todo el conjunto de ríos de los países miembros.

Destacar por último que FEREBRO va a llevar a cabo una fuerte defensa de los intereses del regadío ante las distintas administraciones, guiada por la necesidad de buscar un cauce en el que expresar las necesidades del mismo, y donde hacer valer la necesidad de una coherencia institucional. El constante ataque a las políticas de modernización de regadíos y la validación de las pretensiones territoriales sobre el agua sin atender al conjunto de la sociedad son motivos suficientes para emprender esta vía, que se entiende alejada de la actitud de cooperación institucional que ha caracterizado a las comunidades de regantes, pero que ha día de hoy se entiende como el único camino para hacer valer la voz del regadío de la cuenca del Ebro. 

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